Ésta, mi segunda novela publicada, es
la primera de una tetralogía titulada “LAS LEYENDAS DEL TRÁNSITO”, y encuadrada
dentro de la literatura de corte fantástico. Cuento en ella el inicio de una
odisea: la huída de un grupo de jóvenes del pueblo sardukeo que se ven
obligados a escapar de una muerte casi segura a manos de los invasores de sus
tierras, invasores que buscan no solo la conquista sino la desaparición de ese
pueblo, instigados por odios, envidias y venganzas de hechos ocurridos en tiempos
pasados.
A través de las andanzas de los cuatro
protagonistas principales, Sedhek, el hijo del khai de los sardukeos, Neguré,
hijo de su consejero más fiel y dos de sus amigos y compañeros en las pruebas
de madurez a que los somete su pueblo, Herdiok y Nekai, recorremos en esta
primera parte, en la que también se dan a conocer hechos y costumbres de las
etnias a las que pertenecen y de las tribus y gentes que los rodean, el
arranque de lo que será su gran aventura, su éxodo inevitable que los conducirá
por tierras extrañas en las que conocerán seres fantásticos y otros no tanto, y
les ocurrirán sucedidos increíbles, luchas a muerte, encuentros inimaginables y
curiosas aventuras.
Arranca la novela con la explicación de lo
que es y significa el TRONO DE OBSIDIANA, y de aquél que sentó por vez primera
en él y fue origen del pueblo sardukeo, el gran Sarduk, el protegido de Anú, dios
de dioses. Sigue con la presentación de dos personajes fundamentales, Hakur, el
cruel dirigente de los hurdos y de Gorlás, el khai de los sardukeos en los
tiempos en que se desarrolla la acción, de su hijo Sedhek y de gran parte de
aquellos que conforman el universo de la novela.
La acción se sitúa en una intemporal e
imaginaria edad del hierro y se desarrolla en varios escenarios: el valle del
río Axés, la ciudad de Encaria, capital de reino de los enecos, el bosque de
Borogmah, los llanos de Esqueram y otros más que sería largo de detallar,
envuelto todo en un ambiente épico, rodeado de intrigas, traiciones, hazañas y
mezquindades.
Nada es real, todo es ficción y fantasía,
fruto de la imaginación del autor. Un mundo, unos hechos, unas lenguas y unos
seres que nunca existieron… ¿o sí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario